jueves, 9 de febrero de 2017

El tiro con arco y Powerlifting

El Arco: cuerpo

Algún día la flecha partirá y el blanco desaparecerá, pero el arco siempre se queda contigo, eso significa que debes saber cuidarlo, un arco siempre tensado, va perdiendo potencia, así que dale tiempo de descanso para que cuando lo empuñes este contento.

La Flecha: repetición

La flecha es la oportunidad, el intento. Por eso debe ser lo mejor posible.

Nunca pensarías en soltar una flecha sin apuntar solo porque el arco ya esta tensado ya que si no empiezas bien, como puede dar en el blanco.

Así mismo para y ejecuta correctamente ya que es cada disparo que va dejando el sentido en tu corazón para ir afinando la puntería.

El Blanco: Objetivo

El blanco es el objetivo que se quiere alcanzar.

Fue elegido por ti, así que tu tienes la responsabilidad de hacerlo realidad, esa es la belleza del Powerlifting, no hay a quien culpar por tus fracasos si no a ti mismo, y así no hay donde mirar para mejorar si no en tu interior.

Tu escogiste el objetivo y eres responsable de el, porque este objetivo solo vive y tiene sentido en la mente de cada levantador, no existe por si solo, es solo un numero o grupo de pesas. Así mismo el objetivo no vive sin la flecha ya que la flecha busca el objetivo y el objetivo a la flecha.

La postura

Una vez comprendido la flecha el arco y blanco, se busca la elegancia a través de practica.

Esta elegancia en la postura o técnica de ejecución, es diferente para cada persona ya que viene del corazón, y cuando la encuentres incomoda o debes pensar que es mala, sino recordarte que solo en la postura adecuada el arco puede ser utilizado al máximo y por ende es la correcta.

Observando el vuelo


Una vez lanzada la flecha no hay nada mas que hacer, si entrenaste suficientes sabes que esperar, solo queda completar tu repetición y observar el camino de esta flecha para así aprender de ella, disparas mil flechas y tendrán mil caminos diferentes, pero no te frustres, es tu trabajo tratan de alinearlas.

Sin instrumentos

Una vez aprendido, experimentado, vivido y entendido esto, ya no son necesarios los instrumentos. Ya el atleta se vuelve un maestro, en una persona que vive sin miedo. Ha aprendido el riesgo y la ejecución y ya lo hace sin pensarlo, es su segunda naturaleza. Esta es el arte de todas las arte. El vaciar la mente y conectarse con el interior, extender un segundo hasta un minuto, acariciar este tiempo y valorarlo, y ver como sin concentración un minuto se vuelve un segundo.

Inspirado en el camino del arco de Coelho

Nunca te alejes del camino.

U.M.